jueves, 30 de mayo de 2013

EN RECUERDO DE UN GRAN KARMA-YOGUI: VICENTE FERRER. Por Ramiro Calle

   

   Siempre tengo sentidos y cariñosos pensamientos hacia Vicente Ferrer. En esta época de insensibilidades y codicia desmesurada, siempre recuerdo esas palabras en las que me confesaba: "Lo único que le pido a Dios es un corazón de carne y sangre". Como diría Buda, un corazón tierno y una mente clara, que es lo mejor a lo que puede aspirar un ser humano. Sobradamente evidenció a todas luces  este hombre singular, este extraordinario trabajador social (él me dijo que le gustaba tenerse por tal) que tenía un gran corazón de sangre y carne, y no de acero como hay tantos otros. 

   Pero además de un trabajador social era un yogui. Un yogui no solo porque practicase yoga, que lo practicaba, sino por su actitud. Un karma-yoqui que llevaba a cabo la acción consciente y altruista  y que trataba en todo momento de mantener la ecuanimidad. Una de las veces que me visitó en mi casa, en la calle Goya, me acuerdo que estaba, me confidenció, muy preocupado dudando si le renovarían el visado para permanecer en la India y me dijo que estaba atravesando un momento muy delicado, pero en ningún instante perdió la media sonrisa del yogui ni la calma que se reflejaba en sus ascéticos movimientos y en su clara mirada. Después le hice una entrevista para la tertulia humanista que año tras año llevábamos a cabo en la radio mi hermano Miguel Angel y yo. Era siempre mesurado, admirablemente ecuánime y a veces me parecía ver en él a un ascético monje cingalés o birmano. 

   Yo había oído hablar muchas veces de Vicente Ferrer por nuestro común amigo Alberto Oliveras. Y he aquí que un día estoy impartiendo la clase de hatha-yoga en Shadak, el centro de yoga que dirijo hace cuarenta y cinco años, y la secretaria me avisa que me están esperando fuera. Salgo un momento y allí, con su habitual humildad al vestir y su sonrisa afectuosa, está Vicente Ferrer. Nos abrazamos. Me dice que siga dando la clase de yoga, que eso es lo importante, y que ya nos veremos con más tiempo. Me avanza que le gustan especialmente las posturas de inversión, como la vela y la de sobre la cabeza, que le ayudan a refrescar la mente y descansar. Tiene el enjuto cuerpo de un yogui de la India. Le prometo ir a visitarle a su colonia en Anantapur, India. 

   Nos carteamos. Le pongo al corriente de mis actividades, que ya en parte conoce bien. Busco la manera de poder dejar Madrid unas semanas y viajar a la India, Quiero volver a estrechar entre mis brazos a este gran karma-yogui del siglo XX y hacerle muchas preguntas, cuyas respuestas, parte de ellas, aparecen en mi obra "Conversaciones con Yoguis". Por fin encuentro tiempo para poder ir a visitarle, como le había prometido. Paso tres días en su colonia y todos los días le entrevisto.

martes, 28 de mayo de 2013

YOGA EN PAREJA, por Ramiro Calle

La práctica de los asanas puede llevarse a cabo en soledad o en grupo o bien con otra persona. El yoga en pareja es aquel que realizan dos personas juntas, sean una madre o padre son su hijo, dos amigos, dos hermanos o una pareja sentimental. El hatha-yoa es una actividad idónea para compartirla con los demás, aunque cada uno haga su trabajo consciente sobre el cuerpo. En el yoga en pareja uno se siente acompañado y motivado haciendo la práctica y también hay posiciones en las que una persona puede ayudar o servir de soporte a la otra. Podemos hacer las posturas propiamente dichas o variantes de las mismas, como hacemos en esta table Luisa y yo, sean posturas de flexión hacia delante, o en lateral, o de flexión hacia detrás o de torsión. En cualquier caso, siempre hay que respetar los requisitos propios en la ejecución de las posturas: movimientos lentos y conscientes, mantener un tiempo la postura estática, respirar de modo regular, evitar cualquier esfuerzo excesivo y estar muy atento. De ese modo uno trabaja en los tres planos: el somático, el energético y el mental.

domingo, 19 de mayo de 2013

Cuaderno de Viajes. Valencina (3) Agua

CLAVES DE LOS FAQUIRES-YOGUIS PARA LA EVOLUCION INTERIOR, por Ramiro Calle

  
        Mi relato espiritual e iniciático "El Faquir" ha conseguido ya diez ediciones y tan buena acogida tuvo el primer volumen que al final se convirtió en una tilogía.  Ha conectado con el gran público porque de alguna forma todos nos identificamos con el protagonista occidental, Hernán, que busca enseñanzas, métodos y claves para superar la insatisfacción existencial y desarrollar una consciencia  más clara, hallándole un sentido a la vida. Hernán viaja a la India y recibe las enseñanzas de un insólito personaje, Suresh, que es alambrista y que pertenece al linaje milenario de los faquires Rasayani, aquellos que saben desprenderse de las envolturas física, mental y emocional y establecerse en lo más profundo de su ser; aquellos que han llegado a un dominio exhaustivo y sorprendente del cuerpo, siendo capaces de acometer proezas psicosomáticas sin igual , que siguen un entrenamiento corporal y mental extraordinario y logran desatar la intuición mística. En lo aparente, Suresh no es más que un funámbulo de feria que camina como nadie sobre el alambre y la cuerda floja, pero más allá de esa apariencia se esconde un gran yogui conocedor de las más elevadas técnicas milenarias para inducir la mente al éxtasis  siendo capaz de abandonar el cuerpo y la mente para establecerse en lo Absoluto.

   Recojo algunas de las claves mostradas en mi obra para estimular un conocimiento de orden superior y la transformación interna. 

sábado, 18 de mayo de 2013

Cuaderno de Viajes. Valencina (2) Verano



  luis paniagua Bienvenida 02. Africana [3:38]
música compuesta por: Luis Paniagua, excepto la melodía cantada por Manna Teji enIndoeuropea 
que es tradicional del norte de India.
grabado en el estudio Silentium en Olius (Lérida) durante el otoño de 2001
producción: Luis Paniagua
arreglos: Luis Paniagua y Luis Carmona

Músicos e instrumentos
Luis Paniagua: voz, lira, kithara, arpa arqueada, guimbri, percusión
Manna Teji: voz, cascabeles, tanpura, címbalos
Luis Carmona:  teclado
                                                                                                                       sello musical de Luis Paniagua      

martes, 14 de mayo de 2013

YOGA PARA ACTORES. Ramiro Calle

   El yoga siempre ha tenido una óptima aceptación por parte de los actores de todo el mundo. De hecho desde hace más de medio siglo comenzaron a estudiarlo y practicarlo con todo entusiasmo. Sabido es que Gloria Swanson era una amante del yoga y que introdujo en el mismo a Cary Grant para que así consiguiera quitarse de fumar. Infinidad de actores y actrices tanto de teatro, como de cine y televisión han practicado y están practicando yoga y meditación, constatando sus beneficios y comprobando hasta qué punto les ayuda para poder combatir el estrés, o la inquietud antes de un estreno, o el cansancio después del trabajo, pudiendo utilizar las técnicas yóguicas como magníficas herramientas de recuperación. 
Asimismo la práctica del yoga les resulta una fuente de vitalidad y creatividad, les enseña a estar más concentrados y activar la memoria, que tan importante es en la vida de un actor para su trabajo. Encuentran en el yoga métodos para respirar mejor, lo que también es esencial para un actor, así como otros para estar más atentos en la interpretación y a la vez más distendidos. 

domingo, 5 de mayo de 2013

EL CUERPO SE VA, PERO EL AMOR PREVALECE, por Ramiro Calle



  Hace ahora un año que mi hermano Miguel Angel desencarnó. Semanas después lo hizo mi buen amigo Baba Sibananda de Benarés. Era la pérdida de dos grandes seres, dos mahatmas (almas grandes), que pasaron por la vida haciendo el bien, que dieron lo mejor de sí mismos en este teatro de sortilegios que es la vida humana. Vinieron y partieron, porque todos llegamos y nos vamos, pero lo que diferencia a unas personas de otras es aquello que hicieron por los demás, cómo se entregaron a los otros en cuerpo y alma, cómo dieron lo mejor de sí y aprovecharon el viaje existencial para cooperar generosamente con las otras criaturas. 

   ¡Cuánto he aprendido de mi hermano Miguel Angel y de Baba Sibananda!. ¡Qué enormemente afortunado he sido por haberles tenido como coincidentes vitales, por haber podido gozar de su profundo cariño, su generosa amistad, su calor humano, su amoroso apoyo!.Pero claro que así la pérdida ha sido mucho más lacerante, más irreparable aún, dejando una huella indeleble y muy dolorosa en el alma. No es facil, como dijera Buda, tomar la muerte como una "mensajera divina", pero debe ser  la gran mentora que nos enseña a vivir cada instante con la plenitud de como si fuera el último, a estar en el intento incesante de humanizarnos y dar lo mejor de nosotros a los demás.