El proceso de
globalización que estamos viviendo desde comienzo del siglo y del
milenio, ha generado una serie de cambios que están sacudiendo los
cimientos de la sociedad contemporánea, heredera de la Ilustración
Francesa. El proceso de globalización ha generado una crisis
financiera y económica, el poder político ha entrado en descrédito,
al igual que muchas instituciones, incluidas las religiosas. Han
caído muchos valores y referentes culturales. En el campo de la
ciencia la teoría general de los sistemas de Bertalanffy, la
mecánica cuántica y la teoría de cuerdas han puesto en entredicho
el paradigma cartesiano y la tecnología avanza mas rápido de lo que
podemos asimilar; en definitiva, parece que se hunden los viejos
modelos sociales y otros nuevos están apareciendo o por aparecer.
Todos estos cambios
afectan a la vida cotidiana de la familia y de las personas. Estamos
viviendo un proceso rápido hacia el individualismo, en menos de
cincuenta años hemos pasado de la familia extensa, a la familia
nuclear, de ésta a la familia monoparental y de ésta al individuo
aislado; en París mas del 50% de los hogares están ocupados por una
sola persona (jubilados, estudiantes, divorciados…), y en la ciudad
de Barcelona, la mayoría de los hogares quedan vacíos antes de las
ocho de la mañana.
La difusión de las
nuevas tecnologías quita espacio a las palabras, al encuentro y la
comunicación se hace más dificultosa cada día.
Por otra parte, los
condicionantes económicos alargan la juventud hasta bien entrados
los treinta años, y muchos jóvenes han trivializado algunos
aspectos íntimos de su vida, y tanto varones como hembras les cuesta
asumir la responsabilidad de una relación con futuro.
Muchos valores y pautas
culturales han desaparecido o han entrado en desuso y no se han
sustituido por otros nuevos; y aunque mi generación, hace 40 años,
se quejaba del control de ciertas instituciones, el hombre de hoy
tiene el reto de encontrar un equilibrio entre el individualismo y la
pertenencia al grupo.
Para afrontar los
nuevos tiempos necesitamos personas maduras que hayan crecido
interiormente, que sean conscientes de lo que piensan, de lo que
sienten y de lo que hacen, que sepan manejar las nuevas situaciones
desde dentro de si mismas, conociendo sus recursos y desarrollando
sus capacidad
Por otra parte se han
venido desarrollando en Gines, en el último decenio, infinidad de
talleres municipales, con diversas actividades. El taller de Yoga ha
sido uno de los más dinámicos y en el propio proceso de evolución
de la actividad y de las propias personas practicantes de yoga ha
surgido la necesidad de dar un paso más en la evolución
conciencial ( la vida está compuesta básicamente de conciencia y
experiencia) y necesitamos crecer como personas, existe mucho interés
en el grupo por los temas de desarrollo personal; por esta
circunstancia se ha creado una asociación de practicantes de yoga,
la asociación agoragines, que quiere ocupar un espacio
hasta ahora vacío.
Magdalena Sánchez Santiago
Magdalena Sánchez Santiago
Un gran articulo Magdalena. Me ha encantado. Es para reflexionar y mucho hacia donde va la sociedad .
ResponderEliminarOjalá podamos no dejarnos arrastrar por este sistema y que cada día seamos mas los que veamos que todo es posible si hay un interés común en crecer como persona y aportemos la palabra como la mejor herramienta.
Muchos besos. GLORIA.