sábado, 27 de abril de 2013

SI PATANJALI LEVANTARA LA CABEZA, por Ramiro Calle

     

¡Hasta donde se puede llegar a adulterar una ciencia tan fiable, solvente y milenaria como el yoga! Si Patanjali (primer codificador del yoga) levantase la cabeza, se moriría de espanto en el acto a pesar de su gran control psicosomático. ¡Hasta qué grado las mentes ávidas o paranoides pueden llegar a intentar prostituir el primer método de mejoramiento humano del Orbe y el más rigurosamente verificado y que ha impregnado todas las grandes corrientes espirituales! Ahora la palabra "yoga" vende y así del modo más impudico y desaprensivo muchas personas se sirven de ella en su ávido interés. 
No basta con haber mezclado el yoga con la gimasia llamándole yogopilates, ni haber hecho del tantrismo una simple e indecorosa práctica del sexo más cutre ( hablándose de algo inexistente como el yoga sexual) ni haber convertido el kundalini-yoga en materia de delirio e imaginación incontrolada y rayana en lo psicotico, ni haber convencido a la gente de que la práctica de los asanas es mejor llevarla a cabo achicharrándose que a temperatura natural ni en haber añadido el término yoga al vocablo "reconexcón" para esparcir por ahí cebos con los que tragarse el anzuelo envenenado. No basta al parecer con ello, con esa incesante tentativa (en la que han cooperado, inexplicablemente  no pocos "gurus" venidos de la India a Occidente) por degradar la más noble y experiencia, ciencia del espíritu y de la mente, desnaturalizarla para renovar la capacidad de asombro de los occidentales que solo quieren rendir culto al cuerpo o acrecentar el apego sensorial.
No basta con ello, que no es poco, sino que cada día salen nuevas formas de "yoga", hasta llegar finalmente al "cannabis-yoga" o la práctica del yoga asociada al consumo del hachís en la sesión misma de yoga. ¿Por qué no ya del LSD que permite visiones más llamativas o coloristas y poder hablar así del LSD-YOGA? ¿O por qué no de la cocaína, que permitirá un "yoga" aún múcho más atlético y estresante y al que se le denominará "caocaina-yoga? Al menos ese otro yoga que denominan doga-yoga (de dog: perro) y que consiste en practicar con tu can, es más sosegador y menos arriesgado. Puestos a ello, y como a veces en mis sesiones de yoga se une mi gato Emile, podemos hablar del cat-yoga (cat: gato) o incluso del Emile-yoga. 


   Es sabio el adagio popular que dice: "Al pan, pan, y al vino, vino". Deberíamos aprender a discernir entre el yoga-yoga y el yoga-marketing o yoga-mentira. ¡Qué  razón le asistía a mi buen y admirado amigo y profesor de yoga Gustavo Plaza cuando en el primer congreso de yoga internacional que organizó en Guayaquil, y al que asistí, dijo:

   "Hay salsa y hay yoga, pero lo que no hay es salsa-yoga".

   ¡Si Patanjali o Shankaracharya o Ramakrishna o Ramana Maharshi levantasen la cabeza!... 

   Flaco favor le hacen al yoga todas esas codiciosas y malitencionadas invenciones; como muy flaco favor ha sido su paso por Norteamerica; como muy flaco favor que algunos de los mismos mentores indios lo hayan falseado de tal manera para llenar sus arcas y afianzar su ego-rascacielos. En fin, amigos del genuino yoga (que es el que siempre pervivirá, como lo ha hecho a los largo de diez mi años), que como reza el antiguo adagio japonés: 

   "A cada gusano su gusto; los hay que prefieren las hortigas".

1 comentario:

  1. Bueno, aquí el amigo Ramiro Calle, al que le debemos haber sido pionero en la divulgación de unas técnicas tan útiles para mejorar nuestra calidad de vida como son las que conforman el yoga, se muestra muy intolerante a mi modo de ver. Lo primero que yo le preguntaría es si ha probado todos esos yogas raros que han ido naciendo ultimamente antes de juzgarlos... Yo soy un amante de la experiencia personal y no juzgaría a la ligera aquello qeu no he probado. Por eso mismo no tengo una opinión del pilates ni del yoga sauna, cosas que no he probado y que quizá no pruebe nunca porque no me atraen. La razón de ello es qeu me digo que si mi yoga funciona extraordinariamente, para qué voy a cambiar? Soy un practicante de yoga asiduo (dos sesiones al dia) y uso una vez cada dos o tres dias cannabis para profundizar más en la experiencia. Mi experiencia es que gracias al ganja yoga el viaje al centro del ser es muchísimo más rápido... yo creo que todo es mejorable, que el hombre sigue evolucionando, que no hay que cerrarse a lo ya hecho en el pasado. Creo que la vida y el yoga como técnica de hundir más nuestras raices en la esencia de la vida, es ante todo una experiencia personal. Estoy deacuerdísimo con Ramiro en que hay muchos falsos maestros qeu venden dudosas técnicas disfrazandolas de yoga, pero tambien sé de algunos maestros que prohiben el cannabis por razones personales: porque ellos mismos no han aprendido a usarlo y tienden a episodios leves de paraonoia, o porque creen y con razón que perderán muchos alumnos si empiezan a usar la yerba para meditar (esto es un hecho, yo mismo me hice autosuficiente y me liberé de mi maestro de yoga y de las mensualidades que le pagaba gracias a la yerba.
    Por cierto que PAtanjali el fundador de sutra yoga hablaba de "hierbas de luz" como unos de los cinco caminos yoguicos para evitar la ignorancia y todo apunta a que se refería al cannabis. Un abrazo a todos y sencillamente.. probad y juzgad por vosotros mismos.

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