martes, 12 de marzo de 2013

Deméter , la diosa de la cosecha, el arquetipo de madre. Magdalena Sánchez Santiago


Deméter la diosa de las cosechas, se llamó en roma Ceres. Era una mujer hermosa de cabellos dorados, túnica azul y se le representaba como figura sedente y matronil. La adoraban por ser la diosa de las cosechas, la que da frutos, personifica el arquetipo de madre y el instinto maternal. En la mitología era la madre de la niña Perséfones, que fue secuestrada por lo que aparece como madre dolida y sufriente buscando a su hija, para ello se disfrazó de mortal y vagaba por la tierra cuidando a los hijos de otras mujeres, tenía tanto interés en encontrar a su hija que desposeyó a la tierra de su fertilidad, entonces Zeus escuchó sus ruegos y su hija Perséfones volvió del mundo subterraneo. Deméter agradecida ofreció a la gente los misterios eleusinos para que no temieran más a la muerte.
Esta diosa estuvo siempre aquejada por el dolor y el sufrimiento, sus síntomas encajan con la depresión. Deméter es una diosa muy antigua se veneraba antes que Zeus y precedía de la diosa tripartita que a su vez descendía de la gran diosa madre neolítica..

El arquetipo.
El arquetipo de deméter es un patrón interno con una directriz muy clara hacia la maternidad, mucha mujeres lo siguen a ciegas aunque eso vaya en contra de sus intereses, el resultado puede se un embarazo en la adolescéncia. Hacer el papel de madre y educadora le da a esta mujer un sentido profundo a su vida y esto le sirve para llevar una existencia equilibrada tanto en lo interior como en lo exterior. Cuando esta mujer no puede ser madre o las circunstancias le arrebatan a un hijo aparece la Deméter doliente que hace a este arquetipo caer en la depresión, tambén aparece la codependencia y el agotamiento cuando esta mujer reacciona con su sentido maternal a las necesidades de los demás y no sabe negarse a los otros, este arquetipo hace a la mujer muy vulnerable.
El rapto de Persefones
Tener hijos es el tema más importante para la mujer Deméter, no obstante ser madre es un hecho determinante que marca la vida de cualquier mujer.

Deméter en la edad madura
Cuando una mujer deméter llega a la treintena , no ha tenido hijos, y se le presentan dificultades para conseguir un embarazo, puede obsesionarse con el tema, y desarrollar comportamientos obsesivos al respecto.
Este arquetipo siente la menopausia como una perdida enorme y aunque tenga varios hijos,el hecho de que no puede tener mas, la sume en una profunda tristeza, si este momento coincide con el del nido vacío, la pérdida es doble, la salida de los hijos las siente como una pérdida, en otros tiempos cuando el papel de la mujer era el de madre y esposa a jornada completa, la menopausia y el síndrome del nido vacío provocaban lo que se llamaba antes una” depresión involucionista” que llevaba a alguna de estas mujeres a los hospitales psiquiátricos, ahora que las mujeres disfrutan de una vida mas compleja , tienen acceso a la educación y existen los antidepresivos estos transtórnos ya no son tan frecuentes, y el paso de un ciclo de la vida a otro es mas suave.

Aprendizajes del arquetipo.
Cuando el último hijo salga de la casa,la mujer deméter se puede plantear hacer cambios en un matrimonio que se ha ido deteriorando y reequilibrar la relación de pareja hasta que lleguen los nietos, de los que tendrá un sentimiento posesivo y la hace disfrutar con entusiasmo de este papel que resulta enrriquecedor para ella y para todos siempre que no se exceda en su papel y se vuelva entrometida crítica y exigente, como consecuencia de no tener sus necesidades satisfecha, en este aspecto necesita recurrir a la sabiduría de Hécate para mostrarse paciente y sabia en sus palabras y en sus actos.
La mujer cuyo principal papel y sentido en la vida es el maternal y por extensión los cuidados, es vulnerable ante cualquier pérdida.muchas Deméter experimentan perdidas

En las sucesivas etapas de crecimiento de sus hijos, ser buena madre es permitir que los hijos tomen sus propias iniciativas, y no retenerlos en sus ansias de independencia, Deméter debe orientarse a la sabiduría de Hécate y comprender que el cambio forma parte de la vida y para comprenderlo necesita la reflexión y ese no es un rasgo propio de ella, madurará también acercándose a los círculos de mujeres.

Deméter tardía.
Los cambios económicos y sociales vividos en la última generación han retrasado la edad del matrimonio y de la maternidad y hoy día es muy común tener el primer hijo a partir de los treinta años lo que antes se llamaba “ primípara añosa”. Al centrarse en su vida profesional retrasan al máximo la llegada del primer hijo y muchas al descubrir los encantos de la maternidad desean abandonar el trabajo y dedicarse a ser madre como ocupación exclusiva. Otro grupo de Deméter tardía son las que agotados todos los intentos de ser madre biológica se deciden a adoptar ya en edad madura.

Magdalena Sánchez Santiago

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