Deméter la diosa de las cosechas, se llamó en roma Ceres. Era una mujer hermosa de cabellos dorados, túnica azul y se le representaba como figura sedente y matronil. La adoraban por ser la diosa de las cosechas, la que da frutos, personifica el arquetipo de madre y el instinto maternal. En la mitología era la madre de la niña Perséfones, que fue secuestrada por lo que aparece como madre dolida y sufriente buscando a su hija, para ello se disfrazó de mortal y vagaba por la tierra cuidando a los hijos de otras mujeres, tenía tanto interés en encontrar a su hija que desposeyó a la tierra de su fertilidad, entonces Zeus escuchó sus ruegos y su hija Perséfones volvió del mundo subterraneo. Deméter agradecida ofreció a la gente los misterios eleusinos para que no temieran más a la muerte.
Esta diosa estuvo siempre aquejada por el dolor y el sufrimiento, sus síntomas encajan con la depresión. Deméter es una diosa muy antigua se veneraba antes que Zeus y precedía de la diosa tripartita que a su vez descendía de la gran diosa madre neolítica..
El arquetipo.
El arquetipo de deméter es un patrón
interno con una directriz muy clara hacia la maternidad, mucha
mujeres lo siguen a ciegas aunque eso vaya en contra de sus
intereses, el resultado puede se un embarazo en la adolescéncia. Hacer
el papel de madre y educadora le da a esta mujer un sentido profundo
a su vida y esto le sirve para llevar una existencia equilibrada
tanto en lo interior como en lo exterior. Cuando esta mujer no puede
ser madre o las circunstancias le arrebatan a un hijo aparece la
Deméter doliente que hace a este arquetipo caer en la depresión,
tambén aparece la codependencia y el agotamiento cuando esta mujer
reacciona con su sentido maternal a las necesidades de los demás y
no sabe negarse a los otros, este arquetipo hace a la mujer muy
vulnerable.El rapto de Persefones |
Deméter en la edad madura
Cuando una mujer deméter llega a la
treintena , no ha tenido hijos, y se le presentan dificultades para
conseguir un embarazo, puede obsesionarse con el tema, y desarrollar
comportamientos obsesivos al respecto.
Este arquetipo siente la menopausia
como una perdida enorme y aunque tenga varios hijos,el hecho de que
no puede tener mas, la sume en una profunda tristeza, si este momento
coincide con el del nido vacío, la pérdida es doble, la salida de
los hijos las siente como una pérdida, en otros tiempos cuando el
papel de la mujer era el de madre y esposa a jornada completa, la
menopausia y el síndrome del nido vacío provocaban lo que se
llamaba antes una” depresión involucionista” que llevaba a
alguna de estas mujeres a los hospitales psiquiátricos, ahora que
las mujeres disfrutan de una vida mas compleja , tienen acceso a la
educación y existen los antidepresivos estos transtórnos ya no son
tan frecuentes, y el paso de un ciclo de la vida a otro es mas suave.
Aprendizajes del arquetipo.
Cuando el último hijo salga de la
casa,la mujer deméter se puede plantear hacer cambios en un
matrimonio que se ha ido deteriorando y reequilibrar la relación de
pareja hasta que lleguen los nietos, de los que tendrá un
sentimiento posesivo y la hace disfrutar con entusiasmo de este papel
que resulta enrriquecedor para ella y para todos siempre que no se
exceda en su papel y se vuelva entrometida crítica y exigente, como
consecuencia de no tener sus necesidades satisfecha, en este aspecto
necesita recurrir a la sabiduría de Hécate para mostrarse paciente
y sabia en sus palabras y en sus actos.
La mujer cuyo principal papel y sentido
en la vida es el maternal y por extensión los cuidados, es
vulnerable ante cualquier pérdida.muchas Deméter experimentan
perdidas
En las sucesivas etapas de crecimiento
de sus hijos, ser buena madre es permitir que los hijos tomen sus
propias iniciativas, y no retenerlos en sus ansias de independencia,
Deméter debe orientarse a la sabiduría de Hécate y comprender que
el cambio forma parte de la vida y para comprenderlo necesita la
reflexión y ese no es un rasgo propio de ella, madurará también
acercándose a los círculos de mujeres.
Deméter tardía.
Los cambios económicos y sociales
vividos en la última generación han retrasado la edad del
matrimonio y de la maternidad y hoy día es muy común tener el
primer hijo a partir de los treinta años lo que antes se llamaba “
primípara añosa”. Al centrarse en su vida profesional retrasan al
máximo la llegada del primer hijo y muchas al descubrir los encantos
de la maternidad desean abandonar el trabajo y dedicarse a ser madre
como ocupación exclusiva. Otro grupo de Deméter tardía son las que
agotados todos los intentos de ser madre biológica se deciden a
adoptar ya en edad madura.
Magdalena Sánchez Santiago
Magdalena Sánchez Santiago
No hay comentarios:
Publicar un comentario