Siguiendo a Shinoda Bolen vamos a
considerar tres etapas en la vida de una mujer que se corresponden
con tres fases de la luna y de la diosa tripartita.
La primera seria la etapa de doncella
que se corresponde con la luna en cuarto creciente o con la luna
blanca. La mayoría de las mujeres pasan esta etapa sin comprometerse
y se dedican a catar la vida, cambiando de trabajo complementado
estudios o probando y descartando relaciones, el arquetipo dominante
en la vida de una mujer en este momento lo representa Pérsefones,la
eterna niña “puella eterna”. Hoy día con el control de la
natalidad y la autonomía que tienen las jóvenes, la fase de
doncella puede prolongarse hasta los treinta años o más. Una mujer
puede permanecer en fase de doncella incluso siendo madre biológica,
si no son responsables maternales y maduras en estas tareas,
permanecen en el arquetipo de Perséfones aunque estén en la madurez
de sus vidas, son las mujeres eternamente niñas.
La faceta de madre o matrona se
correspondería con la fase de la luna llena o luna roja, la sangre
la utilizamos en esta etapa para gestar hijos, aunque no hace falta
que una mujer se convierta en madre biológica para vivir esta
segunda fase. En esta etapa la mujer toma compromiso y al asumirlo
madura, el compromiso puede ser con una persona con unos hijos con
una profesión, una causa de tipo social o político o con un talento
artístico o de cualquier tipo, estas responsabilidades conllevan
esfuerzo y dedicación,y muchas veces es mayor de lo que pesaban en
un primer momento, estos compromisos adquiridos son fuentes de
alegrías y de sufrimientos es una etapa de entrega y de esfuerzo
activo que lleva en si un impulso de crecimiento y creatividad. Los
arquetipos femeninos mas frecuentes en esta etapa pueden variar de
una mujer a otra, Demeter si predomina la madre, Heras si predomina
el papel de esposa, atenea si la mujer se compromete con su profesión
etc.
La mujer madura o mujer sabia.
Con la menopausia desaparecen los
misterios de la sangre, unas mujeres lamentan el final de sus años
fértiles otras se sentirán liberadas, coincide con la luna en
cuarto menguante o con la luna negra. En la tradición indígena
americana una mujer alcanzaba su completa madurez a los cincuenta y
dos años y la sangre que ya no aparecía decían que servía para
gestar sabiduría. Una etapa en la cual la mujer se hace más
consciente de sus potencialidades, su personalidad aparece más
sólida y definida , y puede aprovechar las nuevas circunstancias que
se dan en su vida y que supone casi siempre disponer de mas tiempo
para ellas, los hijos suelen abandonar el hogar,llega la jubilación
anticipada, algunas pueden estar a esta edad viudas otras se han
separado y adquieren mayor libertad y las que siguen casadas su
matrimonio ha entrado en una fase de compañerismo, se abren nuevas
posibilidades en sus vidas, aparecen nuevos arquetipos relacionados
con la sabiduría, la intuición,la vida espiritual,la mujer en esta
etapa es mas valiente, mas arrojada, las diosas Sofia, Hécate, Metis
Hestia representan las características de estas edades., a ellas
dedicaremos sucesivos capítulos.
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